Cristian Boiria Ruesca
“Emotion para mí es la escuela a la que habría querido ir de pequeño.”
Cristian Boiria Ruesca, 34 años.
Es de Premià de Mar, aunque des de los tres años que esquía en los Pirineos Catalanes.
Lleva des de los dieciocho años dedicándose a la enseñanza del esquí, los últimos quince en Baqueira Beret.
Es el creador de Emotion, el jefe, aunque no soporta que le llamen así, ya que considera que no es el jefe de nadie, cree que este término solo existe en las empresas piramidales, y aunque a veces tenga que hacer de líder, en Emotion se habla y se decide todo en equipo.
Su función principal es controlar que todo esté controlado y en buen funcionamiento.
Lo que más le gusta de enseñar es ver como los niños y las niñas se divierten, ver como crecen, mientras que el esquí les va cambiando la vida y su papel acaba siendo importante en su camino.
Para él es fundamental que sus trabajadores sean profesionales y vocacionales. Considera que un equipo es como un coche, todas las piezas son cruciales para su buen funcionamiento. Es una suerte saber que el equipo de Emotion, además, es como una familia dentro y fuera de la escuela.
Ha vivido muchos momentos épicos en el esquí, por ejemplo su primer viaje a Argentina. El momento más emotivo que ha vivido fue cuando montaron una carrera en memoria de Jordi (un amigo suyo), compitió y compartió podio con dos amigos más. Fue muy emotivo el compartir podio, tres amigos juntos, abrazándose y recordando a Jordi entre lágrimas.
Puedes diseñar y crear, y construir el lugar más maravilloso del mundo, pero se necesita gente para hacer el sueño realidad.